Ya sabemos que el uso de los ciclomotores es muy popular entre los adolescentes, ya sea por su poco mantenimiento, bajo coste, y además son fáciles de conducir.

En la actualidad, muchos ciclomotores circulan a velocidades próximas a los 100 km/h y no deberían superar los 45 km/h según marca la ley. Alcanzan dichas velocidades ya que se alteran sus características. Estas modificaciones son baratas y el mismo conductor de un ciclomotor sin saber mucho de mecánica puede realizar las alteraciones el mismo.

Si un ciclomotor circula a una velocidad superior a la establecida puede llegar a resultar peligroso. Muchos ciclomotores que circulan por las vías públicas están trucados.

Recientemente los investigadores de la UC3M han creado un método para controlar la velocidad que puede alcanzar un ciclomotor, algo que antes no se podía realizar.

El método consiste en medir la velocidad por un rodillo libre, fácil de calibrar y de mantener. Lo siguiente consiste en establecer la velocidad máxima admisible en el rodillo, en este caso lo equivalente a 45 km/h.

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